jueves, 14 de junio de 2012


Mi derecho de quejarme.
Hace uno cuantos años atrás la posibilidad de manifestar tu punto de vista e un espacio público y abierto era prácticamente imposible a menos que, poseyeras un periódico, trabajaras en una televisora o radiodifusora, en su defecto pagaras un espacio publicitario; cosa que saldría extremadamente caro.
Sin embargo en plena era de la información y las tecnologías tenemos una gran gama de posibilidades para expresar de manera masiva nuestros puntos de vista, podemos crear un blog, abrir cuentas en redes sociales,  en fin muchísimas posibilidades por las cuales además de esparcirnos también podemos expresarnos. Esto último se ha venido gestando durante los últimos meses, gracias a las próximas elecciones presidenciales del primero de julio en México.
No estoy en contra del ejercicio de la democracia ni mucho menos de la información en los medios, y ya ni qué decir del básico derecho a la libre expresión, pero seamos honestos: de verdad es cansado y hasta cierto punto irritante el estar leyendo, escuchando y estar retacado de tantas opiniones acerca de los  debates de los candidatos a la presidencia tanto en los medios convencionales como en las redes sociales.  Y es que, resulta ser a veces cansado de leer comentarios que a más de ser objetivos solo se dedican a levantar imputaciones (mayormente carentes de sustento) hacia tal o cual candidato; pero lo más preocupante es leer la intolerancia de muchos usuarios de la red social Facebook que sin argumentos válidos se dedican a insultar a quienes piensan distinto.
En lo personal he tratado de mantenerme al margen  de las opiniones, es decir, leo pero no opino abiertamente; puede que sea una autocensura (siendo está a veces el peor tipo de censura), evitando acrecentar las acaloradas polémicas que se generan en torno a éste tema, ya que pareciera que tocar las fibras sensibles de Política, religión e incluso Futbol levanta pasiones y acalora discusiones. Quienes opinan y publican sobre estos temas generalmente y conforme  va creciendo el hilo de comentarios van tornando las pláticas más y más agresivas, llegando incluso a meterse en cuestiones y ataques personales en donde todos creen tener la verdad absoluta y las pruebas necesarias para adjudicarse la verdad.
Durante la veda electoral nos tuvimos que soplar todos los spots de la FEPADE, en todas las televisoras y en todos los horarios; posteriormente comenzaron los spots de los candidatos a la presidencia como bombardeo masivo y por si no fuera suficiente ¡comienzan los spots de los partidos en contra de otros partidos! Perdónenme pero en lo personal se me hace exagerado e innecesario tantísima paja en los medios y para rematarla abres tu cuenta de Facebook y la gente opina al por mayor y de manera instantánea  sobre  los candidatos llegando al punto de crear un hartazgo entre muchos de nosotros que al ver publicaciones o crítica  en favor (o en contra) de alguno de los candidatos no podemos evitar dar nuestra opinión.
Debo destacar y rescatar que este tipo de ejercicios han servido para el bien de la tan utópica y anhelada democracia, así como para la libertad de expresión, sin embargo considero que se está dejando de lado uno de los principales ejercicios que van de la mano con los dos anteriores: la tolerancia.
Les invito a que hagamos crítica con propuesta, que toleremos, seamos objetivos y congruentes con lo que publicamos, nos informemos y tomemos partido o una decisión al final, pero sobre todo respetar y despertar.

M.M.

No hay comentarios:

Publicar un comentario